viernes, 7 de noviembre de 2014

Italia - La llamada.

Como ya sabéis, estoy en una mala rachita. Los problemillas se me acumulan y la pelota se vuelve cada vez más insostenible. Por si fuera poco, la lluvia continua. Anoche no pude encontrar un techo para resguardarme de la lluvia, y tuve que poner la tienda al raso, conclusión; Toda la noche lloviendo, toda la manana lloviendo, igual a todo empapado, incluido el interior de la tienda. Lo que es una desgracia, pues si no consigo secarla antes de que llegue la noche no podré dormir en ella.

Estoy en Verona, intentando centrarme bajo la lluvia. Me digo a mi mismo; ''Para, deja de lloriquear, tómate un café y empieza a pensar como resolver esos problemillas uno a uno.''. Y eso hago. Aún así, me quedan 3 horas de luz y no he podido secar la tienda, ni creo que vaya a poder. Decido marcharme hacia Vicenza y buscar por el camino algún techo en el que refugiarme. He mandado varios mensajes a ''Warmshowers'', pero ninguno ha contestado.

Veo una nave a medio construir, me refugio en ella y aprovecho para echar un ojo. Detrás hay otra nave construida, pero que tampoco está en uso. Sospecho que la puerta está abierta, y efectivamente lo está. Entro y no hay nada, parece un buen sitio, relativamente seguro, seco y silencioso. Pero no me resulta nada acogedor. Pongo la tienda a secar un poco, pero con tanta humedad y sin viento que corra no hay manera. Mientras como algo, voy pensando en qué hacer.

Sigue lloviendo y ya casi es de noche. Ni hablar me quedo aquí, no es mi estilo y prefiero pedalear de noche y bajo la lluvia que quedarme en un sitio donde no estoy agusto. Así que ahí me veo, bajo un aguacero en la fría noche, pero nada me afecta ya, estoy hecho un sufridor. 

No veo donde pasar la noche, contando con que no hay tienda para refugiarme. Pero de repente, siento una llamada, algo instintivo me está hablando,  y entre todo el ruído que provoca la lluvia, intento oír que me dice esta llamada. Lo tengo, dice que tengo que ir a una iglesia, alguien me está esperando en la casa de Dios. Confío en mis instintos y me pongo en marcha, voy en busca de mi iglesia.

Llego a un pueblo, y entre todas esas millones de gotas, e iluminada por una farola, se ve la silueta de una cruz y una campana. Esa es, pienso. Me acerco y está cerrada, llamo y no contestan. Decido seguir buscando...

En el próximo pueblo hay otra, pero también está cerrada. El siguiente es Montebello, ahí tiene que estar, me digo. Estoy convencido de que tengo que ir a una iglesia. Es una noche extrana, pedalear en la oscuridad y con esta lluvia me hace estar como fuera de mi. Bajo por la calle principal y veo una asociación parroquial, puede que sea aquí. Un padre me abre la puerta, me manda a la iglesia, en la que otro padre está dando el sermón, me dice que en 15 minutos habrá acabado y que le pregunte. Espero en la puerta bajo la lluvia una media hora, entonces sale el padre y cierra la puerta.

-Padre, no parlo italiano, necesito ''rifugio'', no tengo donde dormir.
-No damos hospitalidad. -me dice con una sonrisa un tanto maléfica.

No entiendo eso de que no dan hospitalidad, Qué dan entonces?, Ostias y sermones?. Tienen una mansión parroquial, con una asociación al lado llena de aulas y una iglesia inmensa donde sólo habita el santísimo colgado de una pared, pero no tienen un techo para mi... 

Empiezo a pensar que había interferencias por el mal tiempo, y la llamada venía de algun puticlub, o un tuburio de mala muerte. Pero siento que no, siento con todas mis fuerzas que tengo que seguir intentándolo, en la iglesia me está esperando alguien. Y no soy cristiano, pero creo en mi estrella, seguro que es ella la que me guía hacia allí. Continuo por otro pueblo, y paso por 3 iglesias más, y todas cerradas. Ya son casi las 22:00pm, y estoy dispuesto a dormir en un portal si hace falta.

Entonces, veo un cartel, ''Iglesia Maria Inmaculada'', me gusta, tengo que intentarlo una vez más. Cuando llego, todo esta oscuro, parece cerrada. Hay un timbre, no me lo pienso, es mi último intento. Contesta una mujer, su voz me tranquiliza, tiene el tono de mi abuela, o aquella mujer que me regaló el queso rumano, es una voz cálida y amable.

-Signora, necesito rifugio per favore.
-Espere a mi marido, estoy sola con mi hijo, llegará pronto.

La entiendo perfectamente, aquí vive una familia. También hablo con su hijo en inglés por el telefonillo. Me dice que espere, que su papá llegará en 30 minutos. Casi una hora después llega el padre, el es duro como una roca, solo me dice que quite la bici de la puerta para que pueda abrir. Entonces, entra con el coche y yo me quedo esperando fuera a que me conteste, fueron unos segundos interminables. Ja! Os lo dije, había alguien esperándome en una iglesia.

Me dejan un colchón y me pasan a una sala, me ofrecen algo para comer, pero reuso pues ya estoy feliz con tener un techo donde pasar la noche. Mi estrellita ha vuelto a hacer de las suyas. Grazie mile!




Toma ya!



Por la manana, el padre me invita a desayunar con ellos. Charlo con el hijo en inglés. Son una familia encantadora, gente buena de verdad. Antes de irme me ofrecen cualquier cosa para comer que necesite. Sólo me llevo una bolsa con frutas...


Menuda experiencia.

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