martes, 28 de octubre de 2014

Cataluña - La batalla per la France.

¿Qué creéis que ocurre cuando alguien hambriento entra en un supermercado? Efectivamente, se vuelve loco comprando. Que si quiero de esto, de esto otro también, dos de aquello por si acaso... Total, ¿Qué son 6 o 7 kilos más?.



 
ñam, ñam...


Parece que la comida hizo efecto y me empecé a sentir muy enérgico. Estaba listo para la batalla, otra vez. La idea estaba clara, cruzar a Francia cuanto antes. Me quiero sentir en el extranjero, cierto que los carteles y la gente hablando català ayuda, pero no era suficiente. España ha sido mi entrenamiento, y ha estado bien, pero quiero más.

Os contaría más, pero estos teclados franceses me están desquiciando... Así que os dejo con unos videos de la batalla por la conquista de Francia.


Parte I

Parte II

 

Y con esto me despido de Espana, hasta Dios sabe cuando...



lunes, 20 de octubre de 2014

Cataluña - El menú del hambre.

El día de ayer fue duro, pero el de hoy no iba a ser menos...



Como ya os dije, estoy sin blanca hasta el Lunes, hoy es Domingo. El Sábado aguanté bien con lo que tenía, además con los 0,60€ compré un brick de tomate frito. Pero hoy Domingo es otra historia.

Me despierto en aquella bonita caleta, nadie ha venido a visitarme, excepto unos gatos que querían lamer los restos de pasta de anoche. Aún no ha amanecido, pero en el horizonte, el cielo empieza a aclarar, la luna arriba parece una sonrisa, abajo un faro me recuerda donde estoy y una garza desayuna en la orilla junto a mi.



Mi faro.
Maravilloso despertar.


El menú del hambre para desayunar incluye; 1/2 paquete de galletas mojadas en miel y medio brick de tomate frito, a palo seco.

Recojo todo y me pego otro baño mientras el sol va asomando tímidamente. Por ahora, nada me preocupa, ni el mal trago de ayer, ni el que me espera hoy. 

Salgo con una idea clara en mi cabeza; Llegar a Tarragona. Y con lo cabezón que soy, no dudéis de que lo conseguiré.

Son las 12:00 de la mañana, mi estómago parece una fiesta de drum and bass. A la 13:00 llego a Miami Platja, un lugar feo para turistas. El problema es que es una carretera llena de restaurantes por la que voy pasando. Paellas, pollos asados, hamburguesas, kebabs, pizzas... Me va a dar un sopapo allí mismo como no salga pitando, es una broma cruel. 

Pero en el último bar, decido parar a comer algo. Y os preguntaréis cómo, si no tengo un duro. Pues parando, obvio. 



Aquí mi bar.



El bar ya no tiene ni nombre, así que yo lo he llamado ''Bar Mucha-hambre''. El menú para almorzar incluye; Arroz con pastilla de avecrem y trozo de pan de ayer.

Continuo, y cuando debería de tirar hacia Salou, lo hago a Reus. Otra vez kilómetros de más, y me va salir caro. Una pájara del 15, parezco un borracho. Busco un parque para zamparme la merienda y acostarme en un banco. La merienda del menú del hambre incluye; Pan de ayer con ciruelas deshidratadas que tenía desde el principio del viaje y no me gustan.

Al final llego a Tarragona, no me queda casi energía y odio las ciudades. Me cuesta encontrar la ruta y no sé cómo, pero acabo metido en el bosque, por una vía muy técnica y oscureciendo, di que sí, eres un zoquete. Tampoco sé cómo lo hago, pero consigo salir y acabo justo donde quería, bendita estrellita la mía.

He continuado hasta Alfatulla, aquí estoy en un parking de trailers, habrá unos 100. Me he preparado la cena, que incluye; Arroz con pastilla de avecrem, otra vez. He montado el campamento y me he acostado.

Así que por ahora Cataluña me está dejando KO. pero mañana cuando coja la pasta me voy a zampar un bocadillo y unas cervezas y voy a llegar a Francia en un plis, que ya tengo ganas.



P.D.: Esto no me dio tiempo a escribirlo, pero a las 23:19 de la noche, me viene un guarda simpatiquísimo, el muy cabrón dice que levante la tienda y me pire. Casi me pongo a llorar... Así que recogí todo y tire a la playa, allí no me molesta nadie y tengo estas vistas al levantarme.


Bendita playa.


Vamos, vamos, que llegamos...



Cataluña - Un día de ''Marda''

El primer día en Cataluña no empezó bien.

A las 7 me despiertan 20 furgonetas cargadas de Indios que curioseaban alrededor de mi tienda. Y yo sigo igual que siempre, más perdido que un cura en un concierto de heavy metal. Pero siempre me encuentro, no sé como lo hago para aparecer en el sitio que busco, pura intuición, digo yo.

Estoy esperando una llamada para un giro que tengo que recibir, pero no llega, es Sábado, me quedan 0,60€ y hasta el Lunes no hay un floro para comprar comida. Me tendré que aguantar con lo que tengo, un paquete de galletas, miel, arroz y pasta. Sí, ya lo sé, con eso coméis vosotros todo el año y acabáis con el hambre en el mundo, pero yo soy de muy buen comer, llenar la panza, el esófago, la traquea y la laringe.

No sé si será la situación, el calor, o el cansancio que llevo, pero no estoy de humor, no tengo ganas de pedalear y estoy pensando en tirar la bici con las alforjas por un barranco.

La cosa no mejora cuando llego a Tortosa, la ciudad es fea (Y que me perdonen los Tortosanos, o como se diga). Tengo la misma sensación que en Albacete, salir pitando de allí. Además, por primera vez me increpa un conductor, dice que voy muy lento y tiene prisa. No te preocupes simpático, que meto el turbo y ya mismo estoy bien lejos de aquí, para no volver.

Me vuelvo a equivocar, estoy hasta los huevos y solo quiero un lugar en el que tirarme y pasar de todo...

Al final llego a L'Ampolla, que para ampollas las que tengo yo en mi roto culo, y veo el mar. Me da muy buen rollo, llevo más de 2 semanas sin ver mi querido charquito salado. Quiero bañarme y acabar este duro día.

Y aquí estoy, en una caleta, relajando mi maltrecho cuerpo, salando mi piel y comiendo galletas con miel mientras escribo esto. Voy a pasar la noche aquí. Esto es lo único que necesito, mi tienda, mi saco, el mar, las olas, el cielo azul... Y por Dios que si alguien viene a molestarme le va a faltar delta para nadar.

Menudo día de ''Marda''.


Esto es vida colegas.
Pues claro que llevo gafas para nadar.

Comunidad Valenciana - Los que se pelean se desean...

Después de ''Miedo y asco en la carretera'', y pasar dos días en ''Standby'' en casa de mi amigo, con la única preocupación de comer y dormir, Valencia me ha vuelto a reconquistar, he aquí el porque...



Hace 8 años, tendría yo unos 18, me bine a Valencia, solo fueron 3 meses, pero fueron suficientes para que esta ciudad revolucionara mi mente. Y ahora me encontraba de nuevo, paseando por las calles del Carmen, por el Río y por Benimaclet, contagiado por el arte, la cultura y la diversidad que desprenden sus calles.

Así que emprendí la marcha, de nuevo ilusionado, sin prisas y sobre todo sin miedo.

El día transcurrió bastante monótono, ya sea por la simplicidad de las vías, ó, por tener que readaptarme al viaje después de dos días de absoluta comodidad. Sólo los amiguetes valencianos, que aparecían por el camino, hacían el día más ameno.



Buena gente valenciana


La etapa consistió en avanzar todo lo posible, pero no lo tendría fácil. Estaba bastante cansado y hacía mucha calor, lo cual me llevó a perderme y hacer kilómetros de más, todo un clásico ya en mi aventura.

Llegué a Borriol, a última hora de la tarde, con las piernas temblonas y muchas ganas de acabar la jornada. Pero, su gasolinera no era apta para acampar, y como de costumbre, decidí arriesgar aunque la noche iba a caer sobre mí en breve. Aún así estaba decidido a llegar a La Pobla de Tornesa.

Menuda paliza me estaba dando, iba por una vía ciclista casi a oscuras, sudado y reventado a más no poder. El final de la misma me guardaba una última sorpresita, tres rampones que presentaban el 17% de inclinación. Imposible subirlas montado en la bici, así que a empujar, y aún así, me ardían las piernas.

Al final llegué de noche, pero me salió bien la jugada. Me encanta que los planes salgan bien.


Con esta cara empiezo el día.
Con esta voy acabando la etapa.
Con esa cara me duermo.

Al día siguiente todo va mucho mejor. Empiezo a ir por la auténtica vía augusta, estoy totalmente solo y me lo paso pipa por esas vías.




La caseta del majareta.
Aquí me lo paso pipa.
La del vía del agusto.



Y la gente valenciana me sigue encantando, con su hospitalidad y sus ganas auténticas de hablar. Una señora de una panadería me regaló un cuarto de queso rumano y dos tomates.

Me encanta como va transcurriendo la vía, es técnica y hay olivares milenarios, con extrañas formas retorcidas.



Así se me van a poner las piernas.



Llego a La Jana, pero decido arriesgar, para no variar, y continuar hasta el siguiente pueblo en busca de una gasolinera. Otra vez me pilla la noche, pero vuelvo a triunfar y encontrar la que será mi casa esta noche.

Con el cielo en llamas, me despido de mi querida Valencia, que me tiene enamorado, como aquella primera vez hace 8 años.



Arde Valencia.


¡¡¡Aupa Valencia!!!


miércoles, 15 de octubre de 2014

Comunidad Valenciana - Miedo y asco en la carretera.

Gente, ya estoy en Valencia, con mi amigo Jorge, que me ha acogido en su casa, y le doy las gracias pues bien me venía una pausita para descansar y reorganizarme.

Mi paso por la comunidad Valenciana está siendo entre entretenido y terrorífico. No he pasado tanto miedo y tensión en ninguna parte del viaje, el tráfico y las carreteras valencianas, llenas de desgraciados al volante, me hacían preguntarme qué coche sería el que acabaría conmigo en la cuneta. Por si fuera poco, no paraba de ver cruces y flores de otros fallecidos en la carretera. Pero no os preocupéis, estoy sano y salvo y tomo todas las precauciones del mundo.


Bueno para cambiar de tema, responderé a una pregunta que me suelen hacer; ¿Qué te dice la gente?
Ojalá pudiera saber todas las opiniones de todos, buenas y malas, pero aquí os dejo las que me han parecido más curiosas...

-¡Qué espíritu! (Un currante en Los Palacios)

-Mira ese, y nos quejamos del peso... (Un grupo de ciclistas en La Carlota)

-¡Mira, un gitano! (Unos niños en Écija)

-Eso es un deporte, y el que tenga huevos que lo haga. (Un señor en la subida de Beas del Segura)

-No he visto una bici más rara en mi vida. (Un niño en Navas de San Juan)

Esas son las que más me han gustado, luego las típicas de eres un valiente, estás loco, etc...


Ya llevo más de 800km y 11 días en ruta, y espero salir del país en 5 o 6 días, ahí empezará el verdadero reto, este ha sido el entrenamiento.

Gracias por vuestros mensajes de apoyo.


Comunidad Valenciana - El día que me mojé.

Hoy empecé el día igual que anoche, más perdido que un supositorio en el oído. Esta parte de la ruta es más confusa que tomarse un tripi en un velatorio. Son caminos pedregosos, en mal estado, sin señalizar y que se ramifican a todos lados. Yo avanzo como siempre, en plan cabezota, no dar marcha atrás jamás, y si hace falta, abrir una nueva ruta. Al final llego donde quería, seguro que nadie ha ido por donde fui yo, así que bautizo esa nueva ruta como "La Rompeculos", si queréis saber por qué, hacedla.



''La Rompeculos''



Llego a "La Font de Figueres", que no sé para qué ese nombre, menos mal que la botella es transparente y pude ver que el agua era blanca. Me hago pasta con tomate en un parque, y como viene siendo habitual, me pego una siesta en el banco (¡Los vagabundos si que saben!). Me quedo dormido mirando las nubes, y al rato, me despierta la lluvia y un fuerte viento. Me levanto corriendo a impermeabilizar el equipo y a mi mismo. Esta vez si que llueve, un trombón de agua y yo debajo de un árbol, pero me tengo que quitar de allí rápido porque están cayendo ramas. Me meto bajo un techo y al poco escampa.




Chaparrón.



Tengo que seguir hasta Moixent. El cielo ha abierto, pero la carretera está desbordada de agua, me espero a que pasen los coches para que no me mojen, pero un viejo con cara de cabrón viene a toda leche y me lanza un caño de agua a la cara. Solo me da tiempo a recordarle quién es él, su padre, su madre y su hermana.

La carretera hacia Moixent es muy bonita, montañas y pinos, ese aire que huele a sierra mojada...



Bello.



Aquí ya la gente habla el Valencià, pero un servidor se defiende lo suyo "Hola xiqueta! Bonit culet, que fas aquesta nit?" O algo así era.

Voy ahora hacia Vallada por la vía de servicio junto a la autovía. Me suministro de frutas varias, granadas, caquis, y por supuesto, naranjas valencianas. Un cicloviajero tiene que ser oportunista, pero ojo, que no un aprovechado. Si coges una o dos frutas para el camino no te dirán nada, pero si te pones a pelar el árbol te puede caer una buena.

Ya estoy en Vallada y para variar he acampado en una gasolinera.

¡Ah! Los valencianos son gente muy maja, me caen bien, van a lo suyo, pero por lo menos son sociables.

Mañana intentaré llegar a Valencia, y volver a ver el mar, que ya tengo ganas...

Castilla la Mancha - ¡¡¡Esto es ESPARTAAAA!!!

Gente, puede que sí, puede que me falte un tornillo de verdad, vaya día de locos...




Salgo de Chinchilla temprano, he pasado la noche aguantando borrachos y una ruptura de pareja a 20m de mi tienda... Desayuno y me meto en la vía de servicio junto a la autovía hacia Valencia. La zona es chunga, cotos de caza a tutiplein, hay escopetazos muy cerca y de vez en cuando tengo que gritar que estoy allí, por si acaso.



Este es mi pueblo.


Me salgo de aquel campo de tiro y me voy por los pueblos. Hoy pedaleo tranquilo, muy despacio, el cuerpo me lo pide.

Llego a Higueruela, otro pueblucho feo y detenido en el tiempo, toda esa zona parece el western español. Y me equivoco de carretera, pero hoy soy un espartano, y los espartanos no dan marcha atrás. Así que continuo por otro lugar y al final pillo otra vez la vía de servicio junto a la autovía.



Caballito.



Llego a Bonete, al parecer hay fiesta en el pueblo pero no lo parece porque no hay nadie por la calle. Los manchegos en general (Y según mi experiencia) son cerraillos y no empatizan mucho con los viajeros. Pero hay excepciones, una abuela que al ver que intentaba recargar agua de una fuente que no funcionaba me regaló una botella sin más, y el de la gasolinera que me invito a cenar. Por lo demás son algo secos, especialmente en los pueblos.

Me pego una siestita en un banco después de comer y tiro para Almansa, por la vía de servicio, corriendo el riesgo de que se acabe y me tenga que dar la vuelta. Pero hoy soy un espartano y no me va detener nada, el camino fácil no es una opción.



El llanero solitario.



Efectivamente el camino se ve cortado por una vía de tren, pero como un buen espartano me cargo la bici al hombro y la cruzo. Continuo y más adelante se vuelve a cortar por el lado de la vía que voy, pero no pasa nada, ¡¡¡esto es espartaaaaa!!!, y me meto por un túnel oscuro y embarrado que cruza la autovía por debajo. Vuelvo a conseguirlo y al final llego a Almansa.

Pero un espartano no se conforma con eso, lo fácil no tiene mérito, así que en el ocaso continuo para llegar hasta Casas del Campillo. Y llego, casi de noche, pero resulta que Casas del Campillo no es un pueblo, es eso, una casa en el campo, y da yuyu quedarse allí. Lo sé, lo sé, un espartano no tiene miedo, pero es que quería tomarme una cerveza...

La cosa empieza a estar jodida, pero como no existe la marcha atrás, me pongo las luces y continuo por un camino rural junto a la autovía, seguro que por aquí llego a un área de servicio...

Todo está oscuro, pero ¡eh!, no os preocupéis que hoy soy espartano. El camino se acaba a los pocos kilómetros, pero de retroceder ni hablar (Joder, ¡Qué cabeza más dura tiene el tío!), tiro campo a través, seguro que llego a otro camino, y ya no pedaleo, sino empujo. Pero al final se acaba, no hay manera de pasar, y me digo: Ya está Gonzalo, se acabó, deja de jugar a los espartanos y vuelve. Pero entonces, os lo creáis o no, justo que me decía eso, en el frente vi algo moverse, estaba a unos 10m, era un animal bastante grande, con la luz de la linterna estaba apijotado y no sabía que era yo, poco a poco se acercó hasta unos escalofriantes 3m, era un ciervo joven precioso, me quedé inmóvil mirándolo unos segundos, menudo momentazo. Fue algo premonitorio, yo lo sentí así, me tranquilizó mucho y me volví a Almansa.

Conclusión; luchad como espartanos, no cojáis el camino fácil, no os rindáis, pero si ese camino no os lleva a ninguna parte coged otro...



Castilla la Mancha - El cansado.

Hoy estoy muy, muy, muy cansado, desde Villapalacios hasta aquí, Chinchilla, han sido 117km. Hoy ha sido aprovechar las condiciones (Carretera, viento, temperatura) que estaban a mi favor para avanzar todo lo posible. Una jornada larga, dura y que no he podido disfrutar por el tremendo agotamiento que llevo, más por lo acumulado que por la kilometrada de hoy.

Así que ya he pasado Albacete y voy rumbo Valencia, a ver si alguien me acoje allí un par de días para recuperar las fuerzas.


Y no sé que más, estoy caaaansaaaadoooooo.

Os dejo con algunas fotos para no escribir más.

Ciao!


Todo el día de postureo Sultana.


¡Qué guapo!


El salvaje oeste manchego.

Andalucia - La gran historia de mi primer puerto de montaña.

I Parte...

Bueno, hoy empecé el día con mucha fuerza y subiendo, ya no me cuesta tanto e incluso le estoy cogiendo el gustillo (Si es que me pone la caña...), tanto es así, que en vez de mirar Cazorla en el horizonte mientras me alejaba por la nacional para Albacete, me pegó un flash y cambié los planes. Antes de abandonar Andalucia tengo que pegarme un gustazo en esta sierra guapa y desvirgarme, lo que lees, tengo que subir a mi primer puerto de montaña.



Al fondo, Cazorla.



Así que aquí estoy, en Cazorla, en un camping, descansando, comiendo bien, lavando material y bici...

Esto es una burbuja de paz y relax, aire puro y agua fresca de las montañas, así que creo que pasaré un par de días por aquí. Mañana me pasaré por las fiestas de un pueblo y tiraré hacia el Pto. del Arenal (1100m aprox.), me quedaré cerquita y al día siguiente le meto caña a esa montaña, y luego hacia Albacete.

Ahora me voy a tomar unas birras con mis amigos camperos, solo hablan de cosas relacionadas con la sierra, pero está bien...

      ...

...II Parte.



¿Qué hay gente? Yo aquí en mi casita de plástico, muy contento, no sabía que un día pudiera dar para tanto y tantas emociones. Bueno, os voy a contar, no tiene desperdicio...

Tras una noche tranquilita, solo interrumpida por los animales nocturnos del campo, me levanto temprano, recojo los bártulos, me ducho (Otra vez) y voy a desayunar al bar del camping. Anoche estuve tomando unas birras con unos amigetes, uno de ellos es ciclista, de estos que hacen 200km diarios, pero la verdad que se quedó alucinado de como iba yo... Pues me dibujó un mapa genial indicando un puerto de montaña que me venía mejor, pero eso sí, este tenía y tiene 1220m.



Poco me imaginaba que la montaña del fondo era mi primer puerto.


Pues nada, el dueño del camping, que es muy majete, me regaló una bolsa de nueces, me puso un pedazo tostada de campo y me fui tan contento a empezar el día...

Nada más salir, empiezo a subir, y la respiración se me dispara rápido, hoy no estoy yo tan fuerte -pensé- Pero a los 500m empieza una bajada de unos 5km aprox. hasta Cortijos Nuevos, es divertidísimo, curvado y peligroso. Tengo unas vistas de infarto de la sierra, pero tengo que tener los 5 sentidos en lo que estoy haciendo, pues los 115kg totales se ven propulsados a toda velocidad y los V-brakes están que echan humo.



Preciosas vistas.


Prosigo hacia Siles, allí me compro algo de comer y cuando voy a pagar me encuentro con que el dueño me dió mal la vuelta del desayuno, el pobre es vizco y se ve que no vió bien el billete, así que me ha salido gratis el camping y el desayuno. Pero como no me gusta tener suerte a costa de que otro la tenga mala, y volver era inviable, pues le voy hacer publi al camping que está muy bien;

El camping se llama Cañada Caneda, el mismo nombre del minipueblo, muy fácil de llegar. Tiene pista de futbito, bar con buena comida, supermercado para abastecerse, lavadero, piscina y rutas varias de senderismo y MTB. Si vais el finde os encontraréis con domingeros, pero entre semana casi seguro que tenéis todo el camping para vosotros. ¡Merece la pena! Y si os animais, decidle que vais de parte del que viaja en bici.

Pues ya que me siento mejor continuo...

Quiero encontrar un sitio chulo para comer, me alejo del pueblo y cuando me doy cuenta ya no estoy en Andalucia, he entrado en Castilla la Mancha, a la porra desvirgarme en mi tierra, pero bueno que se le va hacer. Como mirando un paisaje muy bonito, y rapidamente me pongo en marcha para ver más, quiero empezar el puerto de montaña.



Crocs con calcetines, la nueva moda ciclista.


Llego a Villaverde de Guadalimar, ahí empieza. El pueblo parece fantasma, se oyen rumores por los balcones, pero no se ve un alma, parece aquello sacado de 21 días después.

Una cosa que me encanta de estos lugares son las fuentes, hay por todos lados, el agua es fresca y pura. Así que me hidrato bien y lleno la botella. Empieza la subida, el paisaje de vicio, montañas y árboles que me dan sombra mientras subo, a los lados de la carretera está minado de frutas silvestres, solo con extender la mano puedo cogerlas, pero solo me atrevo con las moras, no vaya ser que...



Fuentes del mundo.


Estoy muy fuerte, muy emocionado, tenía ganas de pedalear por un sitio así. Paro en una fuente para refrescarme la cabeza y continuo subiendo. Voy pensando que los ciclistas hacen esto mismo con un equipo que les acompaña, una bici y un equipamiento de gama alta ultraligero, y yo, voy solo, cargado hasta las trancas, mi bici es de acero y llevo puestas las crocs con calcetines al estilo Frank de la jungla, todo eso me llena de orgullo.

Llego al mini-minipueblo que da nombre al puerto, "El Bellotar". Es tan pequeño que antes de entrar ya he salido, y continuo subiendo. El paisaje cada vez mejor, más panorámico, me anima a seguir subiendo.



Desde El Bellotar.


Y subiendo llego a otra fuente, vuelvo a cargarme de agua y pa'rriba. Llego a un buen sitio para una foto, además ya creo que falta poco para llegar al top. Pero entonces, se me hace el corazón pequeño, pequeño... Espera, espera, ESPERA, aquí falta algo, ¿Dónde están mis gafas?, obvio que no las llevo puestas, en mi cabeza tampoco, ni en la bolsa, ni en la riñonera... ¡Hijo de p...!, ¡Qué te fo...!, ¡Gilipo...!, me las he tenido que dejar en alguna de las dos fuentes, y rezo para que sea en la última que estuve, pero parece que entre tanta montaña no hay cobertura con Dios. Bajo a la segunda con un cabreo que pa qué, una de las peores cosas que le puede pasar a un cicloviajero es tener que deshacer lo andado, y para colmo en un puerto...



Justo aquí me di cuenta de la broma.


Al final están allí las gafas, y también los guantes... Vuelvo a subir, esta vez me duele todo, no lo disfruto y tengo el orgullo herido. Tardo una media hora en llegar al punto donde lo dejé, y os había dicho que faltaba poco, pero que va, tras la curva hay más subida, y tras la siguiente más. Voy a unos 4 o 5km/h, ya no empujan las piernas, sino el corazón y la cabeza. Aún así recupero los ánimos y vuelvo a disfrutar de las vistas, el silencio y el fresquito de la altura.

Poco después corono el puerto y me hago la foto de rigor a 1220m de altura, y ahora toca bajar, chiummmmmmm...



Este chiquitín se ha desvirgado.


De todo esto he aprendido dos lecciones;

1- El ego nubla la mente.

2- Si subes a la montaña hazlo con humildad, no con orgullo.

Llego a Bienservida, un pueblo por el que pasa la ruta de Don Quijote, quizás por eso la gente es más abierta con los viajeros y me desean buen camino. Es la hora de buscar un lugar para dormir y salgo del pueblo para entrar a la primera gasolinera que veo, allí pregunto para dormir y me mandan otra vez al pueblo, a una pensión, pero solo hay una señora mayor y ella no lleva el tema, sus nietas están al venir y ellas controlan la pensión. Pero se me hace tarde, el sol se va y yo tampoco quiero pagar. Decido arriesgar, sino encuentro nada mejor al campo, así es la aventura.

Salgo de Bienservida como un demonio, corriendo tras el sol del que me había intentando ocultar todo el día. La luz se va, mis esperanzas también, no sé a cuanto está el próximo pueblo, ni si allí encontraré lo que busco.

Llego a la N-322 dirección Albacete. Hay una llanura y luego unos montes, y una puesta de sol que quita el sentío', pero nada más, ni un pueblo. Pero no me rindo, aún queda claridad y no sé de donde saco las fuerzas para pedalear así.

Justo a tiempo llego a Villapalacios, mi última oportunidad antes de tirar la tienda en medio del campo. Paso el pueblo en busca de una gasolinera y por fin la veo.
-Hola, busco un sitio para pasar la noche, ¿Puedo...?-
-Por mi no hay problema.-
El tio es muy majete y desde el principio son todo facilidades, que si ponte aquí que no te molestan, que si te enciendo o te apago la luz. Yo estoy encantado, y después de mi cubazo de agua fría, el hombre dice que me invita a cenar, y yo acepto, más que por cenar gratis, por hacerlo acompañado.

Su casa está en la misma gasolinera. Me ha puesto boquerones en vinagre, morcilla de la tierra, queso en aceite y ha preparado unas pizzas, todo esto con cerveza y vino, y ya para rematar hemos visto una peli (Cara a cara).

Un pedazo de día para no olvidar. 



Adiós Andalucia.



Con esto me despido de ti, mi querida tierra, hasta pronto...


Andalucia - Cuesta la cuesta.



Hoy va la cosa de subidas...




Salgo temprano y ya para calentar una cuestecita, luego bajo, y luego subo, así como un tobogán hasta Linares. Me noto más fuerte de piernas, así que tiro "palante" con dos huevillos, hasta el siguiente pueblo, Arquillos, pero antes de llegar un cuestón, el más alto que he subido, pero con los ánimos de los conductores y ciclistas que me encuentro mientras subo me la como con papas. Tan chulito estoy que en Arquillos me tomo dos birras y dos tapas antes de continuar (Me va a pesar).



Mi casita.

El siguiente pueblo es Navas de San Juan, allí tengo que llegar para almorzar. Son las 14:00 y hace un calor de muerte, me empiezo a venir abajo, el cerebro se me está recalentando, las cervezas y las tapas se me repiten y las putas moscas me desquician y me hacen perder el equilibrio. Estoy cabreado, quiero llegar ya y tirarme en cualquier fuente, pero a falta de 5km empiezo a ver una cuesta mayor que la de Arquillos, tócate los cojones. Llevo un golpe de calor que no puedo conmigo, pero lo mejor es subir cuanto antes, arriba está el premio... Y ahí que voy, la gente ya no me anima, me miran como si fuera estúpido, pero yo paso, voy a subir. Y es que no hay gran esfuerzo sin recompensa, por muy pequeña que sea, a mitad de la subida hay una fuente, meto la cabeza 30 segundos y continuo.



Oasis del cicloviajero.




Al final llego, jodido, pero llego.

Y aquí estoy, tomando unas tapitas muy ricas a 1€.

Me empieza a gustar esto de subir.

Andalucia - Ducha Imposible.



os cuento la peli antes de irme a sobar...




Resulta que ayer al final de la etapa en Alcolea (Siguiente pueblo a Córdoba) me estoy bebiendo mi premio y me llama mi padre, se ha enterado de que estoy en Córdoba y quiere pasar a recogerme para hacer un trabajo en Madrid, solo un día y luego me deja donde quiera. No me puedo negar pues ello supone un incremento en mi ridículo presupuesto de viaje, una ducha caliente (Sin mirones), una noche en una cama y una cena por derecho (Gratis). Así que hoy he pasado todo el día currando, nada de pedalear.

Pues he decidido que me dejara aquí, cerca de Bailén y en la carretera dirección Linares (Sí, hice trampas, ¿Pasa algo?) Pues he llegado llenito de mierda, ni hablar de meterme en un habitáculo de 2x0,50m oliendo a culo de mono. Así que a la 01:00 de la madrugada he iniciado la misión, LAVARME. 

El agua de la gasolinera está cortada, la única solución ir al cuarto de baño de la cafetería. Con aires de ninja, allí me dirijo con todo el material para concluir la misión satisfactoriamente. Hay 3 puertas a elejir, Caballeros (Esa no es la mía), Señoras y Minusválidos... Como es poco probable que aparezca alguien convaleciente a las tantas de la madrugada, elijo la 3°. 

Empieza la misión, saco la pastilla de jabón, la esponja, la toalla y me despeloto. Mientras una pierna sujeta la puerta que no tiene pestillo, me enjabono más rápido que nunca, me quito la mierda e inundo el cuarto de baño... Salgo como si nada y ¡Sí!, misión ducha imposible todo un éxito.

Que agusto me he quedado.

Mañana a seguir...

Andalucia - Encuentros y pérdidas.

Hoy estoy en La Carlota, voy a ir por la vía verde hacia Córdoba. Eso del boca a boca funciona, coño, para qué tanto gps y tanto mapa... Empiezo el día como cada mañana, con la motivación de William Wallas. Pero, conforme va pasando el día y sube la calor, parezco C3PO montando en bicicleta.

Aquí empieza la vía verde.


Llego a Guadalcazar, allí en el primer bar, enfrente de la caseta municipal de la feria, ponen unas tapas riquísimas con cada cerveza, yo me he tomado dos y me he comido tres tapas, no se lo digáis a nadie, pero tengo tanta cara ultimamente, que le dije al camarero que estaban muy buenas esas croquetas y que me pusiera otras si no le importaba, no le importó. Todo salió por 2€.


La caseta enfrente del bar.

Tras avanzar unos kilometros, tengo mi primer encuentro con una cicloturista, no está viajando, solo de ruta por casa. Se trata de Toñi, una superwoman que dice tener 50 años (Yo no me lo acabo de creer), va lesionada de un brazo, por eso dice que hoy solo hará 70km... Su figura y su cara no podrían jamás delatar su edad, está estupenda, y vaya "piernacas". Me echa una bronca del copón, que si dónde vas tan cargado, que si con ese sillín no se puede viajar, que si el saco parece un melón de 20k, que para qué son todas esas botellas... Muy maja Toñi, nos dejamos los números y quedamos en hacer una rutita algún día.


Más adelante, pensando en Toñi, parece que sus palabras han hecho mella, e inconscientemente me olvido el bidón de aluminio, podría volver, pero sigo sus consejos y allí lo dejo...




Justo ahí se quedó el bidón, si os fijáis está en mi brazo izquierdo.








...Poco después, Toñi lo recuperaría, lo tiene en custodia hasta que se lo cambie por una charlita mientras comemos... ¡Eso está hecho!.









Andalucia - Va de pájaras.



Como algunos ya sabréis hoy he empezado un largo viaje en bicicleta, y el que no,¡Ya lo sabe!.

He salido desde Sanlúcar de Barrameda y he llegado hasta Utrera. Esta primera etapa ha sido muy dura, mezcla de sentimientos contradictorios, ilusión, miedo, rabia, todo lo he utilizado a mi favor y con un único fin, pedalear. Más de 8h. pedaleando a 40° (Es lo que tiene ir por Sevilla...). He ido siguiendo el río Guadalquivir, una ruta muy tranquila, con poco tráfico y sin un lugar donde repostar hasta ''El Pinzón''.



Mi querido río Guadalquivir.




Llegué con un golpe de calor, primer día, primera pájara. Entro en el bar con las piernas temblonas y sudoroso, con mucha hambre y sed, me bebí dos coca-colas, una detrás de otra, y me zampé un buen bocadillo mientras charlaba con los locales que se interesaban por mi viaje. Me va gustando las reacciones de la gente, que no desaprueban en absoluto lo que hago, más bien lo admiran, aunque admiten que ellos no lo harían.

Bastante cansado he llegado a Utrera, han sido unos 90km (Manda huevos, el cuentakilómetros no cuenta nada, un cacharro menos.) Y he aterrizado en esta estación de Tamoil, donde me han dejado poner la tienda para pasar la noche e incluso darme un chapuzón entre los dispensadores de gasolina, todos los conductores me observan, pero a mi me da igual, un espectáculo vaya...


...


...Al día siguiente me levanto temprano, unos perros ladran justo enfrente de la tienda. Desayuno y preparo todo para otro día, me siento bien, dispuesto a continuar, no hay dudas.

Hoy tengo que llegar hasta Écija, eso me he propuesto, otros 90km. En Marchena pregunto la carretera que me llevará al ''checkpoint''. Un señor me la indica, me comenta que es una carretera llana hasta el pueblo, no tiene pérdida, dice, y añade "Mucho ánimo". Yo voy muy motivado, pero ese ánimo tenía algo más que un simple apoyo. La hora es chunga, el sol está en su apogeo, con tanta emoción me olvido de recargar agua, pero para cuando me doy cuenta ya estoy demasiado avanzado. Segundo día y segundo golpe de calor. No tengo agua, no hay bares, no hay gasolineras, no hay sombra, NI UNA. La cosa está jodida, pero la única solución que veo es llegar.




Esa cara es de calor.

A las 15:00 paro en una choza que me da un poco de sombra, tengo que comer algo y solo dejo un culín de agua. Estoy acaloradísimo, cubierto de moscas puñeteras y me queda un porrón de kilometros todavía. Tengo que llegar, ¿No querías aventura?, ¡Pues toma!.



¿Todo eso es mío?

Voy muy lento y decido que cada vez que pase el horizonte daré un trago de agua. Es una lucha física y mental, horizonte tras horizonte y bebo porque me toca... Al final, consigo ganar llegando a mi destino. Y para rematar, me subo la cuesta para salir de Écija gritando como un vikingo, acampo en otra gasolinera y me bebo mi ansiado premio.


Esta está como yo, se mete en cualquier sitio.

Esto es Pájara Radio, retransmitiendo en casi directo desde, desde... Se me ha olvidado.