viernes, 7 de noviembre de 2014

Italia - De Genova a Piacenza.

I Parte



Hoy me he acercado a Genova por la manana, una ciudad bastante grande, desde que entre hasta que llegué al centro, fueron al menos 10 km. Iba con la idea de buscar indicios sobre el apellido ''Pastorini'', que lleva mi abuela y mi madre, por parte de mi bisabuelo que era de origen italiano. Pero con lo grande que es, era tarea complicadísima. Así que me puse a hacer algo de turismo.
La ciudad es espectacular, llena de vida, de catedrales, de edificios, plazas, fuentes, museos, monumentos, a cada cual más exquisito. Además reboza arte, había puestos por toda la calle, donde comprar bonitas piezas decorativas, ropa de segunda mano, cuadros, muebles... Pero ya sabéis que uno no es muy dado a las urbes cuando está viajando en bicicleta, y tanta gente, tiendas, calles, coches, ruído, polución... Me tenían ya al borde de la histeria. Pues salí de allí tan rápido como pude, dirección Piacenza. Y ya sabía yo que aquellas escarpadas colinas que rompían en el mar no eran ningún espejismo. Hoy tocaba subir.




Genova.


Mi nena en Genova.





Efectivamente, nada más salir de Genova comenzaba la subida, suave, pero continua, así durante 30km aproximadamente. El paisaje se volvía boscoso y de colinas muy escarpadas, con pueblos imposibles, o comunas, según lo llaman aquí. Ya me advertían que había mucha subida hasta Piacenza, pero ya me conocéis, nunca me doy la vuelta. Además, el paisaje me tenía embelesado, todo tenido de los colores del otono, el frescor y la humedad. Creo que esta carretera es mi favorita hasta el momento, la ''SS 45''. Me está dando mucha subida y tuneles aterradores, pero paisajes tan bellos que nunca quiero acabar, ¡Cómo la estoy disfrutando!. Aun así, he parado pronto, a las 17:00pm, pues aquí oscurece antes.




 
Bello!

Bellisimo!

Aterrador!


Estoy acampado en el campo, esta será mi primera vez. Frente a mi una iglesia que toca las campanas cada media hora. He visto muchos ''bambis'' y espero que pasen a visitarme...




Noche campestre.





 ¡Ah! Hoy me zampo los noquis, ole mis huevos.

Manana continuo hacia Piacenza, aun quedan 70km.




II Parte




A las 06:30am me despiertan los tambores, mal augurio, hay lluvia, niebla y mucha humedad. Lo preparo todo y cuando escampa empiezo a pedalear, pero, rapidamente todo se nubla y ya no tiene pinta de que vaya a cambiar a mejor. Decido continuar para salir de aquella zona de espesos bosques, son 70km hasta Piacenza, y pienso que allí estará el tiempo mejor, pues es llano.




Una pasada!





Al principio voy bien, aunque tengo los pies chorreando y helados, y todo está más mojado que una noche loca con la sirenita. Pero no me importa, el paisaje me sigue pareciendo espectacular. Pero conforme pasan las horas voy perdiendo las ganas, la lluvia mina mis fuerzas y mi buen humor. No me detengo, Piacenza es la promesa de un día mejor.

Avanzo rápido, pero necesito parar a comer algo. Creía que el trozo de pan que me quedaba estaría empapado, pero gracias a Dios está comestible. Mientras como, aparece un rayo de sol que ilumina un árbol, me acerco para pillar un poco de calor, y resulta que el arbol está lleno de peras listas para cosechar. Así es la naturaleza, te jode, y luego, te da peras. Pero luego te vuelve a joder, el agua me llega desde todos los frentes; Desde arriba (En forma de lluvia.), desde abajo (No llevo guardabarros.), desde los laterales (Los coches me salpican.) y desde dentro (Sudo como un pollo.). Así durante 70 largos kilómetros.





Al mal tiempo buena cara.

Mucha paciencia.




Al final llego a Piacenza, que me pregunto si tendrá algo que ver con paciencia, pues es lo que me haría falta ahora mismo. Y justo deja de llover, increible. Así es la naturaleza.

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